Alfredo se suicidó el día de navidad, una fecha con gran tradición para irse voluntariamente de este mundo.
Sobre todo por la cena, por desperdiciar el lechon cocinado durante horas y la famosa ensalada rusa que trae alguna tía. Alfredo no era en la práctica un ser mágico pero lo parecía y logro que todos nos acordáramos de él, pero por la manera en que nos cago la Nochebuena.
Estaba cansado de vivir por nada, de ir de aquí para allá con sus nadas. Se mudo con ella, una ella brava, cortita y prejuiciosa que logró alejar a todos los amigos. El se suicidó por cansancio y castigo.
Llevaba una mochila que no lo dejaba descansar, y cuando quiso hacerlo no encontró mejor modo que matarse. Envidiaba y admiraba a los caminantes, los buscadores, los mochileros que lograban dar rienda suelta a sus sueños, escaparse. Creo que los envidiaba porque todavía saben existir en un tiempo dichoso que no se afana en sancionar qué es y qué no es lo importante desde su insaciable visión de la nada que es todo y que él nunca supo comprender.
Germán Hess 2012
Sobre todo por la cena, por desperdiciar el lechon cocinado durante horas y la famosa ensalada rusa que trae alguna tía. Alfredo no era en la práctica un ser mágico pero lo parecía y logro que todos nos acordáramos de él, pero por la manera en que nos cago la Nochebuena.
Estaba cansado de vivir por nada, de ir de aquí para allá con sus nadas. Se mudo con ella, una ella brava, cortita y prejuiciosa que logró alejar a todos los amigos. El se suicidó por cansancio y castigo.
Llevaba una mochila que no lo dejaba descansar, y cuando quiso hacerlo no encontró mejor modo que matarse. Envidiaba y admiraba a los caminantes, los buscadores, los mochileros que lograban dar rienda suelta a sus sueños, escaparse. Creo que los envidiaba porque todavía saben existir en un tiempo dichoso que no se afana en sancionar qué es y qué no es lo importante desde su insaciable visión de la nada que es todo y que él nunca supo comprender.
Germán Hess 2012
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