Amanecí con tos. Tal vez debería dejarme de joder y no fumar más. La noche se va arremangando en mañana fría, muy fría. No hay nadie en las calles, a esa hora ya son pocos los que andan vagando, y los que no, somos los heroes anónimos que trabajamos para llegar a fin de mes. ¿Como se hace para ser optimista? ¿Cual es el secreto metafísico que me dará la paz que busco desde hace tanto? Siento que muchas veces soy el sueño inconcluso de alguien que me dejo por ahí a la espera de un sueño mejor. Cada día soy y estoy más silencioso de mis verdades, de los doleres que padezco y nadie comprende. La chiquita se ofendió nuevamente y van mil veces y yo sigo esperando nacer a su amor definitivamente y para siempre.
El momento de paz que por ahí disfruto es entre las 6 y las 7 de la mañana cuando sentado en ese viejo bar de Pellegrini desayuno leyendo el diario. El colectivo está por llegar, pago y salgo a buscar el día. Otro día sin muchas historias, con pocas ganas de sonreir y de escuchar. Necesito volver a escucharme yo, a quererme yo y saber que aun puedo contarme cosas bellas.
Germán Hess - 2013
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