sábado, 25 de enero de 2014

Aunque soy un pobre diablo

Aunque soy un pobre diablo, casi siempre digo la verdad. Como fuego abrasador, siempre quise ser el que no soy. No transcurre el tiempo junto a ti, no existe el reloj; no tiene sentido entre tú y yo. Aunque soy un pobre diablo, se despierta el día y echo a andar. Invencible de moral. ¡Qué difícil es buscar la paz! Convivir venciendo a los demás... Nuestra sociedad es un buen proyecto para el mal. Dejo sangre en el papel y todo lo que escribo al día siguiente rompería si no fuera porque creo en ti. A pesar de todo, tú me haces vivir, me haces escribir dejando el rastro de mi alma y cada verso es un jirón de piel. Soy un corazón tendido al sol. Pablo Milanés

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