jueves, 15 de enero de 2009


Tenía una pequeña cabaña. Cálida, con una salamandra que dejaba más humo dentro que lo que escapaba por la chimenea. Por la ventana del dormitorio, cada noche despejada, ingresaba la luna, me despertaba y corría las cortinas, otras noches en cambio me quedaba mirando, extrañando, pensando, pero había paz. La nieve fue compañera de noches de botellas de vino y algún que otro ataque de pánico resuelto con mucho wisky y Rivotril. Ushuaia me cambió la cabeza, gracias a ese mágico lugar, volvió a estar ubicada donde nunca debía haberse ido, en los pies, en el lugar menos pensado, por donde uno descubre que la vida pasa por otra parte.

3 comentarios:

  1. Gracias a tus recuerdos de Ushuaia haces que esa parte del planeta brille con mas luz.
    Me hace muy Feliz ver tu familia, tus hijos estan Enormes!! son la muestra que el tiempo pasa...
    Saludos desde la otra parte del mundo para todos ustedes, con tanta nieve como en Ushuaia!!! Desde el 27 de diciembre que no para de nevar!!
    Gracias Ger nuevamente y cuando tenga las fotos de mi casa con nieve te las mando.
    Un saludo desde Torino Marina y Marco.

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  2. EEE papuu esto es para qe veas qe me intereza muchoo tus poesias jajaj paaaa sos un grande siempre te admiree yte admiroo muchoo jaja nunca peliamos sera por esoo jajaj

    te qieroo viejoo soss una grann personaa

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  3. papuu jaja,, aca estoi yoo! ya me voi para la cremeriia a ver el dakar,, je te qieroo muchisimo papuu!
    nos vemoss prontiito (:

    camii

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